Redacción de POP CORN CINEMA, el Blog del Cine en
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Por Jaime Ponce (Miembro
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Regresa al Cine el
personaje más inmortal en la historia de la humanidad y esta vez de la mano del novel Director irlandés Gary
Shore quien asumió el reto sin nada de sensibilidad por versiones anteriores, en especial la cinta de culto DRACULA (1992) de Francis Ford Copolla.
Y aunque muchos,
percibimos que este tema, el de los vampiros podía estar desgastado, después
del terrible mal que infringió sobre ellos las famosa trilogía de AMANECER, la
película de Shore cae como anillo al dedo para esta temporada de Hall-o-Ween,
con un festival de efectos especiales, pero que no logra conquistar el corazón
de quienes crecimos y vibramos cada momento en la lectura de la clásica novela
de Abraham Stocker.
En este nuevo film
el papel principal del "Primer Vampiro" es interpretado por el actor
británico Luke Evans, quien actuó anteriormente en El Hobbit:la desolasiòn
de Smaug y también los veremos en La
Batalla de los Cinco Ejércitos como el contrabandista Bardo.
Considero que aunqué
es interesante el abordar los orígenes del personaje, atractivo en el que se
centra la película, el Director Shore se alejó, mucho….., demasiado de la
historia romántica y apasionada que llevó a Drácula a ser quien es hoy día.
Fuera del clásico
del el eterno vampiro, Nosferatu (1922), de F.W. Murnau, primera película
importante de terror y versión libre sin aferrase a la mencionada novela Gótica
Victoriana, este nuevo Drácula: La historia jamás contada, nos dà la
oportunidad de recordar la historia del valiente Vlad Tepes III (Vlad el Empalador), príncipe
rumano de Valania, quien protege a su reino del poderoso avance de los
otomanos.
Impulsado por el amor
a su pueblo, a su esposa Mirena y a su hijo, cuando Vlad percibe que las
fuerzas de su reino son insuficientes, decide transformarse en un “no muerto”
para derrotar a los turcos.
LA CRITICA:
Considero que los errores
de este filme son varios y radican principalmente en la manera como los
estudios abordan este tipo de temas para convertirlos en “éxitos de taquilla”
sin tener en cuenta el mínimo de respeto por quienes admiran la cultura gótica
y sus elementos.
Primero el de acudir al género histórico-filmico Péplum donde
se recrean las películas de gladiadores y soldados romanos y los mezclan con
secuencias de acción.
Segundo el excesivo uso de efectos especiales que le hacen
perder la credibilidad de la historia y que destruyen la lógica del relato y su
estructura narrativa.
Y Tercero su esencia, la cinta se hace insulsa, sin terror, sin
amor profundo, sin el elemento clásico – Vampírico que hace de la historia un
tema casi que recurrente, para pasar a ser una cinta con más influencia hacia
las actuales de super héroes, razón por la que repruebo de esta cinta, la falta
de profundidad en la psicología de los personajes y la manera como el príncipe
Vlad es destrozado, antes y después de convertirse en vampiro, para
transformarlo en un personaje más con
mucho de las películas de MARVEL.
Fuera de la banda
sonora y la excepcional actuación del Actor británico Charles Dance (GAME OF
THRONES), no hay nada más que salvarle a la película.
