La serie de hermosos desnudos
inéditos de la actriz Marilyn Monroe verán la luz en el número de
junio de la revista Vanity Fair que confirma en el siguiente artículo http://www.vanityfair.com/online/oscars/2012/05/marilyn-monroe-lost-nudes-pool-photo-shoot el reportaje con testimonios del fotógrafo responsable de
las instantáneas.
Bajo el título de "A Splash of Marilyn", la publicación muestra
imágenes de la icónica intérprete recién salida de la piscina y
habla de sus inseguridades, frustraciones profesionales y rivalidad
con Elizabeth Taylor.
El texto es una adaptación de las memorias del fotógrafo Lawrence
Schiller, "Marilyn & Me", a quien la actriz de "Gentlemen Prefer
Blondes" (1953) le pidió expresamente que la retratara sin ropa para
intentar arrebatar protagonismo mediático a Taylor.
Schiller tenía 23 años cuando tomó las instantáneas de Monroe
posando desnuda después de prometerle a la intérprete que cuando
fueran publicadas en las portadas de las revistas Elizabeth Taylor
no aparecería en esas ediciones.
Monroe había firmado un contrato de 100.000 dólares para grabar
la que sería su última película "Something's Got to Give" (1962)
mientras que Taylor, por aquel entonces, cobraba un millón de
dólares por "Cleopatra" y había revolucionado Hollywood por su
relación con el actor Richard Burton.
Marilyn Monroe quería demostrar al estudio con el que trabajaba,
Fox, que era capaz de generar tanto interés en el público como
Taylor.
La revista Playboy terminó pagando 25.000 dólares por los desnudo
de Monroe, la mayor cantidad jamás pagada hasta la fecha por esta
publicación para una fotografía, y Schiller le agradeció a la actriz.
"¿Ves lo que tus tetas y tu culo pueden hacer?", le dijo
bromeando Schiller, a lo que Monroe contestó riendo que así había
conseguido ella su casa y su piscina.
"No hay nadie que luzca como yo sin ropa", afirmó ella quien a
pesar de todo se sentía rechazada, según le contó al fotógrafo.
"Déjame que te pregunte, Larry ¿Cuántas nominaciones a los
premios de la Academia de Hollywood tengo?", dijo ella. "No lo sé",
contestó él. "Yo sí, ninguna", se quejó Monroe, que se cuestionaba
si lo único que valía de ella era su aspecto.
"Quiero demostrar que puedo conseguir publicidad sin usar mi
trasero o sin ser despedida de una película", afirmó Marilyn (o Norman Jean Baker, su nombre verdadero) que
también confesó sus deseos de ser madre aunque le aterrorizaba la
idea de tener un hijo.
El día antes de morir por sobredosis de medicamentos el 5 de
agosto de 1962, Monroe le envió a Schiller la fotografía del desnudo
que más le gustaba para que se publicara en Playboy.