Fuente: Agencia EFE (solo par medios especializados)
Londres, 29 ene (EFE).-
Una ONG británica ha comprado por una libra (1,17 euros) ($ 2.795 pesos colombianos) una misteriosa torre
que inspiró a J.R.R. Tolkien para su trilogía "El señor de los anillos",
donde supuestamente residía el malvado Sauron, informa el diario "The
Guardian".
La torre Perrott's
Folly, (en la foto) de 29 metros de altura y construida en el siglo XVIII, se encuentra
prácticamente en ruinas y sus ventanas miran directamente hacia la casa donde
Tolkien residió cuando era niño, a pocos metros de su escuela, en un modesto
distrito de Birmingham (noroeste de Inglaterra).
Para los fans de
"El Señor de los Anillos" no hay duda de que el autor inglés se basó
en esta torre a la hora de imaginar la casa del malvado Sauron y su aliado
Saruman para su novela "Las dos Torres", la segunda de la popular
saga. El edificio es "espectacular
pero peligroso", ya que se balancea cuando sopla el viento con fuerza y
sus siete habitaciones, una por cada piso, son del tamaño "de una
alfombrilla", según describe el periódico, unas consideraciones que no
medraron la determinación del comprador.
"Mi jefe es un
fanático de Tolkien, así que para cuando llegué el acuerdo ya estaba
cerrado", cuenta al "Guardian" Ben Bradley, miembro de
"Trident Reach the People", una organización benéfica que apoya a
personas sin hogar.
La construcción
pertenecía a la Universidad de Birmingham, que la cerró en 1979, y ahora esta
ONG espera "restaurar en todo su esplendor" la torre para convertirla
en un centro cultural y de ayuda a los vecinos sin hogar.
Para ello, la
asociación ha lanzado una campaña para recaudar fondos -estiman que será
necesario al menos un millón de libras (1,17 millones de euros)- mientras se
esfuerza en destacar que su proyecto no busca explotar el fenómeno Tolkien.
Perrott's Folly ha
protagonizado leyendas locales y teorías conspiratorias desde su construcción
en 1758 por John Perrott, del que se dice que la ideó para poder espiar a su
esposa cuando se encontraba con su amante y, una vez fallecida, vigilar su
tumba desde lo alto de la torre. EFE